La exposición de los bebés prematuros a una luz constante puede trastornarles el desarrollo de su reloj biológico y provocarles daños crónicos en su comportamiento, según un estudio liderado por Douglas McMahon, profesor de ciencias biológicas de la Vanderbilt University.
"Estamos interesados en los efectos de la luz en los relojes biológicos porque son estos los que regulan nuestra fisiología al completo, además de tener también un efecto importante en nuestro humor", señala McMahon. "El estudio demuestra que cambiar las luces en las incubadoras puede ser mejor que una luz constante en los bebés prematuros visto desde la perspectiva del desarrollo de sus relojes internos", manifiesta.
Cada año, alrededor de 14 millones de bebés nacen con bajo peso en todo el mundo y son expuestos a luz artificial en los hospitales. "Hoy en día, hemos comprobado que la luz es muy importante en la actividad de las enfermeras, pero nuestro conocimiento acerca de los efectos de la luz en los pacientes y el personal es todavía muy rudimentario", afirma el responsable de enfermería del Vanderbilt's Monroe Carrel Jr.Children's Hospital. "Necesitamos saber más. Por eso estos estudios son muy importantes", matiza.
La demostración de que la exposición a una luz constante interrumpe o trastorna el desarrollo biológico del reloj de las crías de ratones proporciona unos datos que ayudan a explicar los resultados de estudios clínicos previamente realizados. Uno es que los bebés de las unidades neonatales con luz alternativa tienden a dormirse antes por las noches que aquellos que han sido sometidos a una luz constante. En otros estudios se había comprobado que los bebés en unidades con diferente luz durante el día y la noche cogían peso más rapido que aquellos con una luz constante.
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