Condenan por revelación de secretos al cirujano plástico que denunció a Corporación Dermoestética por estafa. Las Provincias
La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a
un hombre, cirujano plástico, a cumplir un año y tres meses de prisión
por un delito continuado de descubrimiento y revelación de secretos.
Este mismo facultativo fue el que denunció en 2006 a Corporación
Dermoestética, entidad en la que estuvo trabajando como colaborador, por
un presunto delito de estafa. Estas últimas diligencias fueron
sobreseídas.
Además de la pena de cárcel, el tribunal valenciano condena al cirujano
--para quien el ministerio fiscal pedía un año de prisión y la acusación
particular (Corporación Dermoestética) 12 años y medio-- a pagar una
indemnización de 3.000 euros a las pacientes que resultaron afectadas
por la revelación de sus informes.
El procesado trabajó para Corporación Dermoestética, en calidad de
colaborador, desde marzo de 2005. En el contrato firmado, el médico se
comprometió a no revelar ninguna información confidencial referente a
los clientes, operaciones, instalaciones, cuentas o finanzas de la
compañía, y a actuar con la mayor diligencia para evitar la publicación o
revelación de cualquier información confidencial referente a estas
materias.
No obstante, poco después de su contratación, el médico se percató de
que alguna paciente tenía implantadas prótesis mamarias de una marca
distinta a la que figuraban en la documentación de la empresa, así que
decidió recabar las historias clínicas y de clientes, tanto intervenidas
quirúrgicamente por él como por otros cirujanos, de forma que se hizo
con una copia de, al menos, 296 documentos --documentación mercantil de
las prótesis e historias clínicas relativas a intervenciones quirúrgicas
de pacientes e historiales de clientes.
Ante la falta de acuerdo entre el médico y los responsables de
Corporación Dermoestética sobre la subsanación de las presuntas
irregularidades, el facultativo cesó su relación laboral en septiembre
de 2006.
Tiempo después, presentó un dossier con la documentación en la Fiscalía
del TSJCV junto a una denuncia en la que se imputaba a la mercantil la
comisión de delitos de estafa, contra la salud pública y relativos a los
consumidores. Este dossier también lo remitió a las Fiscalías de
Castellón y Albacete, y a la Conselleria de Sanitat. A raíz de la
denuncia en la Fiscalía del tribunal valenciano , se incoaron
diligencias de investigación, que posteriormente fueron sobreseídas.
''Clara'' intención de descubrir
El tribunal estima que es "indudable" que el cirujano actuó con la
"clara" intención de descubrir el tipo de implantes que llevaban algunas
pacientes para cotejar la información con la documentación
administrativa de Corporación Dermoestética, comprobando si su marca
correspondía a la que ésta facturó.
"Pero esto se llevó a cabo sin discriminar pacientes" --agrega--, porque
del dossier presentado con su denuncia se deduce que también examinó y
descubrió intervenciones estéticas y quirúrgicas de pacientes a las que
no se les había implantado prótesis mamarias. Al respecto, el tribunal
considera que "descubrir qué tipo de prótesis mamaria se ha implantado a una paciente que no está sometida a tratamiento o a examen
de un médico concreto afecta claramente a la intimidad de ésta".
Asimismo, el tribunal señala que "tampoco" hay justificación en la
conducta del médico cuando éste alegó que pensaba que podría existir un
riesgo para la salud de las pacientes relacionadas en su dossier, porque
ese riesgo "no obedecía a estudio previo alguno".
Así, agrega que las prótesis de las diferentes marcas utilizadas estaban
homologadas a nivel internacional, y que el procesado se basó
precisamente en la diferencia en la marca y precio de la prótesis
implantada con respecto a la facturada, alegando que la contratada era
de mayor calidad y con garantía vitalicia, cuando esta garantía "se
refería al material y forma de fabricación de la prótesis y no a la
exclusión de rechazo o problemas médicos en las pacientes".
Por todo, condena al hombre a cumplir un año y tres meses de prisión por
un delito continuado de descubrimiento y revelación de secretos, y a
que indemnice con 3.000 euros a cada una de las pacientes afectadas.
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