en todo el relato hay algunas cosas que chirrían..
una cuarentona que, por lo que indica el penúltimo párrafo, sufre alguna otra patología aparte de la diabetes, deja al marido (convaleciente de una operación quirúrgica) en casa y se va de fiesta con las amigas.. y sale a las 19h de la tarde para un evento que se produce en la madrugada del sábado al domingo.. desde luego eso es lo más indicado en caso de pluripatología..
se traslada al Hospital Clínico, espera dos horas, y sufre una "crisis de ansiedad".. por esperarse: los accidentes de tráfico, los miembros seccionados, las pérdidas abundantes de sangre, las paradas cardiorrespiratorias.. todo eso puede esperar.. primero hay que atender a los pacientes con fiebre, los pacientes con un grano en medio del brazo, o a los pacientes que tienen dolor de espalda..
y luego, además, se va voluntariamente del hospital (que debe ser el sitio más preparado, con más especialistas, y con más máquinas y medios..), porque claro: llamar y que se presente un médico en casa es mucho más cómodo..
solicitaron un médico a domicilio el domingo por la noche.. que como todo el mundo sabe es el tramo horario con más profesionales para cubrir los servicios de urgencias (como todo el mundo sabe, suele haber 3 doctores durante el día, y 500 por la noche), para un suceso que había ocurrido 24 horas antes (de ahí la urgencia.. era una cosa "del momento", vamos).. parece que durante todo el día no se habían podido desplazar al Centro Médico más cercano, ni tampoco al hospital.. y si se hubiera encontrado mal habría llamado durante todo el día.. no había que esperar a la noche..
según el relato del compañero sentimental, ahora por un golpe en la cabeza hay que ingresar al paciente; sin importar si tiene mareos, si tiene pérdida de consciencia, visión borrosa (que por el relato, el paciente no presentaba nada de ésto).. lo que no aclara es si hay que ingresar durante 60 días o más.. por lo visto, todo lo que se enseña en las Facultades de Medicina de todo el Mundo está mal.. seguro que por un golpe en el dedo también habría que ingresar.. y por un grano.. y por una mancha..
le pusieron una inyección para no vomitar, y suero.. el paciente se dio por satisfecho con la solución, y se quedaron en casa.. cuando se podían haber desplazado al hospital a pedir otra opinión..
el familiar asegura que le controló los niveles de azúcar, pero por la mañana -las nueve y media, que es la hora de levantarse más usual para que los niños vayan al colegio- presenta niveles anormales de 600 -lo cual es una barbaridad.. y tampoco es una cosa que pueda subir a esos niveles, de repente- y por alguna extraña razón y según todo el relato, ésto debería ser consecuencia de la ¿caída?, o del ¿golpe en la cabeza?..
chirrían bastantes cosas del relato..
Una mujer muere tras recibir asistencia médica tres veces por un golpe en un concierto
Un
empujón y una mala caída en un concierto en la Ciudad de las Artes y
las Ciencias desencadenaron la muerte de Eva María Iglesias Tamarit, de
39 años de edad, tras recibir asistencia médica hasta tres veces por los
mareos, acompañados de vómitos, que sufrió después de golpearse la
cabeza contra el suelo.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo. La víctima,
madre de dos hijos de 10 y 12 años, acudió con dos amigas a un
concierto de Antonio Orozco y otros artistas. «Querían coger sitio en
primera fila y se fueron a las siete de la tarde», explica Eugenio
Soliva, compañero sentimental de la víctima. Sobre la una de la
madrugada, Eva abandonó su privilegiado sitio para ir un momento al
cuarto de baño. «Cuando intentaba volver con sus amigas, una chica le
dio un fuerte empujón y cayó al suelo de espaldas», afirma Eugenio.
Sus amigas la ayudaron a levantarse y la acompañaron a la ambulancia de
Cruz Roja, porque estaba aturdida y se quejaba de dolores en la espalda y
el cuello. Tras recibir una primera asistencia, que apenas alivió sus
molestias, la mujer se trasladó en su coche al Hospital Clínico. «Allí
estuvo dos horas esperando a que la llamaran, y sufrió una crisis de
ansiedad», asegura su pareja, que estuvo informado en todo momento, a
través de WhatsApp, de lo que ocurría en el servicio de urgencias.
«Se puso nerviosa y pidió una hoja de reclamaciones y el alta
voluntaria», señala Eugenio. Tras llegar a su casa en Albuixech, Eva se
acostó y dejó pasar el tiempo con el ánimo de que fueran remitiendo los
dolores. Pero no fue así. Cada vez se encontraba peor y las molestias
iban acompañadas también de preocupantes vómitos. Su hija pequeña y su
marido, todavía convaleciente de una operación quirúrgica, la cuidaron y
trataron de que hiciera el menor esfuerzo posible.
Eva, que era diabética, recibió la segunda asistencia médica el domingo
por la noche. «Llamé al 112 y vino una médico y una sanitaria del centro
de salud de Massamagrell. Le pusieron una inyección para que no
vomitara, le recetaron suero y se marcharon», sostiene Eugenio. «Me
extrañó que no la ingresaran porque le explicamos que había sufrido un
golpe en la cabeza», añade con indignación.
«Estuve pendiente de ella toda la noche y también le controlé el
azúcar», asevera el hombre, que volvió a llamar al 112 sobre las nueve y
media de la mañana del lunes para requerir asistencia médica urgente.
«Tenía los ojos en blanco. Me asusté mucho porque tenía 600 miligramos
de azúcar en sangre», recuerda. Poco después, Eva fue reconocida en su
casa por el médico de atención primaria de Albuixech. Nada más ver su
estado, el sanitario pidió una ambulancia. El SAMU llegó enseguida y la
intubó, pero la mujer sufrió una parada cardiorrespiratoria. «Le
salvaron la vida con las maniobras de reanimación», afirma Eugenio. «La
verdad es que si no llega a ser por el SAMU yo creo que habría muerto en
ese momento», conjetura el vecino de Albuixech.
Tras ingresar en el Hospital Clínico, Eva sufrió otros dos paros
cardiorrespiratorios -uno de ellos en la unidad de cuidados intensivos-,
según siempre la versión de su marido, y entró en estado de coma. El
fallecimiento se produjo sobre las cuatro y media de la madrugada del
miércoles.
Causa de la muerte
Cuando aún no había asimilado el duro golpe, Eugenio pidió a un médico
que le explicara las causas de la muerte, y este le dijo que había que
esperar el resultado de la autopsia. «Con el TAC que le hicieron no
detectaron ningún coágulo de sangre, pero vieron una marca, una pequeña
lesión en el cerebro que le provocó los vómitos y le descompensó el PH
de la sangre. Eso unido a la subida de azúcar y a una crisis de ansiedad
complicó todo», considera el viudo con el rostro cariacontecido.
«Mi mujer no habría muerto si la médico de Massamagrell llama a una
ambulancia o la hubiese reconocido un traumatólogo en el Clínico»,
supone Eugenio, que estudia denunciar una posible negligencia médica.
«El resultado de la autopsia será clave, pero el parte que rellenó la
médico demuestra que le advertimos de que había sufrido una caída de
espaldas», insiste.
Sin embargo, fuentes de la Conselleria de Sanidad afirmaron que la causa
de la muerte de Eva guarda relación con una patología que sufre -sin
precisar la enfermedad-, y negaron la supuesta vinculación con el golpe
que sufrió en el concierto.
El entierro tendrá lugar hoy por la mañana en el cementerio de Albuixech
después del funeral que se celebrará a partir de las once de la mañana
en la iglesia del pueblo. La muerte de la mujer ha causado una gran
conmoción en la localidad. El próximo 22 de marzo, Eva habría cumplido
40 años. «Le iba a pedir que se casara conmigo como regalo de
cumpleaños», asegura Eugenio con lágrimas en los ojos.
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