Los riesgos de enfermedades arteriales disminuyen entre las personas con mayor educación, según un estudio publicado el martes en Estados Unidos.
La relación entre educación, frecuencia de un conjunto de enfermedades -en particular las cardiovasculares- y mortalidad, ya había sido establecida por numerosas investigaciones, destacaron los autores de este estudio entre la Universidad Northwestern (Illinois, norte de EEUU) y la Universidad de Pekín.
Sin embargo, se conocían poco los vínculos entre el nivel académico de los individuos y los indicios de enfermedades cardiovasculares, especialmente los depósitos de calcio en el interior de las arterias, agregaron los expertos, que estuvieron dirigidos por Lijing Yan, profesor de Medicina preventiva de Northwestern. Estos depósitos señalan a menudo el principio de arteriosclerosis, caracterizada por una acumulación de placas y un mayor espesor de las paredes arteriales.
El profesor Yan y sus colegas analizaron los datos procedentes de la investigación llamada 'Cardia', sobre los riesgos de desarrollo de enfermedades coronarias en los jóvenes. En el estudio participaron 2.913 hombres y mujeres. Estos individuos, todos estadounidenses, tenían entre 18 y 30 años al inicio del estudio en 1985-1986.
De este grupo, 128 no habían terminado sus estudios secundarios, 498 tenían el equivalente del bachillerato, 902 habían hecho algunos estudios universitarios, 764 tenían una licenciatura y 621 una maestría o aún más. Quince años después del comienzo del estudio, la prevalencia de una acumulación de calcio en las arterias coronarias (CAC) en el conjunto del grupo era algo más del 9%.
Pero esta prevalencia era cuatro veces mayor en los individuos que no habían terminado sus estudios secundarios, en comparación con los que tenían una maestría o un título aún más elevado, constataron los investigadores, cuyos trabajos aparecen en el Journal of the American Medical Association (JAMA), fechado el 19 de abril.
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