20060115

Un científico valenciano descubre el mecanismo por el que células madre que producen neuronas llegan al olfato

Un equipo internacional de investigadores, del que forma parte el científico valenciano José Manuel García Verdugo, ha descubierto el mecanismo por el que las células madre que se producen en el cerebro y que generan nuevas neuronas llegan al bulbo olfatorio. No se trata de un "hito" en el mundo de la ciencia, pero es el primer paso para conseguir que estas células nuevas puedan dirigirse a otras zonas del cerebro que, por ejemplo, se encuentren dañadas por algún traumatismo o enfermedad degenerativa.

García Verdugo, catedrático de Biología Celular de la Universitat València, explicó a Europa Press Televisión que en este trabajo, realizado en ratones, "hemos descubierto que en el lugar del cerebro donde están las células madre, unas cavidades llamadas ventrículos, hay un líquido llamado cefalorraquídeo" cuyo movimiento-- por la acción de unas células con 'pelillos'-- "produce unas corrientes que arrastran una serie de sustancias químicas, de moléculas, que hacen que las nuevas neuronas vayan al bulbo olfatorio y no a otro destino".

Lo que se ha descubierto, indicó, es la primera sílaba del lenguaje con el que se 'comunican' las células del cerebro y ahora, añadió, "hay que encontrar más sílabas para articular palabras y luego frases" para descifrar el particular 'alfabeto' de las células cerebrales.

Así, dijo, "el descubrimiento ha sido el ir descifrando cómo las nuevas neuronas hablan entre sí para alcanzar su destino". Lo importante, agregó, "sería buscar ahora nuevas moléculas para que esas nuevas neuronas que normalmente van al bulbo olfatorio puedan ir a otras zonas que hayan sufrido una lesión" y poder regenerarlas. Aún estamos lejos de ese punto, comentó, pero "es lo que cualquier investigador ansía poder lograr".

En este sentido, señaló que el hecho de que haya células madre en el cerebro y de que "estemos empezando a ver cómo reaccionan frente a algunas neuronas, abre esperanzas a medio o largo plazo". Así, dijo, si se consiguiera llevar las nuevas neuronas a zonas dañadas del cerebro podrían solucionarse algunas enfermedades "tipo Parkinson o degenerativas" como la Esclerosis Múltiple, aunque otras como el Alzheimer "aún estamos muy lejos, porque ahí las neuronas que mueren son de una variedad muy grande".

Este investigador, que forma parte de un equipo internacional dirigido por el profesor Arturo Álvarez-Buylla, de la Universidad de California, precisó que este trabajo se trata únicamente de una investigación "básica, de un "grano en la montaña del conocimiento que tenemos que ir llenando" y que, por tanto, "no tiene una aplicación a corto plazo".

De esta manera, comentó, "no diría que es un hito, sino un eslabón más dentro de la cadena de investigaciones, de avances científicos que estamos haciendo". Así, dijo, "empezamos por descubrir que había células madre en el cerebro de los ratones, luego cómo son y dónde están en el cerebro humano y ahora hemos descubierto en ratones cómo una serie de moléculas interaccionan entre sí para que las nuevas neuronas vayan al bulbo olfatorio".

REVISTA 'SCIENCE'

El descubrimiento, publicado en este número de la revista 'Science', ha sido doble, según explicó el científico. Por un lado, dijo, "encontrar que el movimiento del líquido cefalorraquídeo junto con una determinada molécula provocan que las nuevas neuronas vayan al bulbo olfatorio". "Que el líquido se movía lo sabíamos, pero no sabíamos para qué servía y que existían moléculas" en el cerebro que actúan bien atrayendo o repediendo, que hace "que las nuevas neuronas se alejen" o acerquen.

"Ahora lo que hemos hecho es unir los dos conocimientos que se tenían y el resultado ha sido demostrar que el movimiento del líquido cefalorraquídeo y la aparición de estas moléculas provoca la migración al bulbo olfatorio y no a otras partes del cerebro", actuando como moléculas repulsivas, señaló.

El equipo que ha dirigido este trabajo-- que ya descubrió en 2004 que en el cerebro de los mamíferos había células madre que a su vez fabrican nuevas neuronas-- está compuesto por trece personas divididas en seis grupos de investigación (tres de Estados Unidos, dos en Japón y uno en España) que han trabajado "interaccionado continuamente". También ha participado otro investigador español, Óscar Marín, que recientemente se ha incorporado a la Universidad de Alicante, pero que esta etapa del trabajo la realizó en San Francisco.

El trabajo empezó hace cuatro años en San Francisco "y allí ya descubrimos que las células que iban al bulbo olfatorio de los ratones no pasaban por cierto lugares" y "estudiamos esos lugares, qué moléculas se estaban produciendo". Ahora, dijo, "lo hemos completado y sabemos que al menos una de estas moléculas repelentes" lleva un movimiento que obliga a las nuevas neuronas, que son células migradoras, a que vayan exclusivamente al bulbo olfatorio.

García Verdugo destacó, asimismo, la "alta calidad" de los científicos españoles algo que, según dijo, "desmuestran cuando van al extranjero, a Estados Unidos o Japón, donde están muy bien valorados". Así, dijo, "si miramos los europeos que en USA publican revistas importantes, es muy problable que el porcentaje sea más alto de lo que podemos imaginarnos. El problema es que en España no hay mucho dinero para investigar".

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