20131125

Recuperar la alimentación del pasado, una propuesta para frenar el avance del cáncer

Recuperar la alimentación del pasado, una propuesta para frenar el avance del cáncer

Cuatro consejos para prevenir y combatir el cáncer: protegernos de la exposición a sustancias cancerígenas, llevar una alimentación adecuada, una actividad física continuada y buscar la paz emocional. Es la recomendación de Jesús María Bañales, doctor en bioquímica e investigador de Biodonostia, como conclusión de la conferencia que pronunció ayer en San Sebastián, organizada por la Asociación contra el Cáncer de Gipuzkoa.

La conferencia abordó de una forma muy didáctica los mitos y realidades de la enfermedad oncológica y la capacidad de los ciudadanos de contribuir a frenar esta enfermedad. Bañales señaló que la herencia genética solo guarda relación con el 15% de los casos, mientras que el restante 85% está asociado a la contaminación y la forma de vida de cada cual.

Esta realidad se refleja en el aumento de la incidencia del cáncer en los últimos cincuenta años, particularmente en los países occidentales. «Sabemos que en Francia, por ejemplo, ha aumentado la enfermedad un 60% en los últimos 20 años», señaló. Por otro lado, el cáncer de mama, el de próstata y el de colon son considerados enfermedades de los países occidentales, ya que su prevalencia es nueve veces mayor en EE UU y Europa que en Asia. Asimismo se ha comprobado que el riesgo de padecer cáncer de mama antes de los 50 años en mujeres con riesgo genético se ha triplicado en las generaciones posteriores a la II Guerra Mundial.

Ayudar al organismo

Por todo ello es muy importante que los ciudadanos conozcan cómo defenderse de las sustancias que favorecen la aparición del cáncer, más allá de las defensas naturales. «Nuestro cuerpo genera células defectuosas constantemente, pero posee mecanismos de detección y bloqueo», explicó el conferenciante. Entre estos mecanismos destacan las células llamadas 'natural killer' (asesinas naturales), que detectan y neutralizan las células cancerosas, los virus y las bacterias. «Pero cuando el sistema inmune está deprimido, las 'natural killer' disminuyen y el organismo está más dispuesto a padecer la enfermedad», señaló el especialista.

¿Es posible, por tanto, ayudar a nuestro sistema inmune? Bañales considera que sí lo es mediante la alimentación, la protección frente a las toxinas, el ejercicio físico y el control de las emociones. Por ello, el investigador apostó por recuperar «la alimentación del pasado» y en esa línea aseguró que «quien quiera protegerse del cáncer debe reducir el consumo de azúcar procesado y de harinas blancas». El azúcar se puede sustituir por néctar de agave; el pan de harina blanca, por el multicereales (avena, centeno y semillas de lino), y el arroz blanco, por el integral. Además, las frutas y legumbres están especialmente indicadas en la prevención del cáncer porque «poseen un índice glucémico muy bajo y tienen sustancias que combaten el crecimiento del tumor». También ayudan a reducir el azúcar en sangre, según el especialista, la cebolla, el arándano, las cerezas y las frambuesas.

El medio ambiente es un factor desencadenante de la enfermedad. Pero, como asegura el conferenciante, «es difícil vivir sano en un país enfermo», en el que los ciudadanos están expuestos diariamente a entre 4.000 y 7.000 sustancias cancerígenas.

Una recomendación final: evitar el estrés. «No se sabe si causa directamente el cáncer, pero sí que favorece su progresión», señaló Jesús María Bañales. De ahí que aconseje los ejercicios de relajación, el apoyo del yoga y la meditación porque «ayudan al sistema inmune».

No hay comentarios: