Terror en el área de Pediatría de un hospital de Málaga
Profesionales del Materno Infantil del Carlos Haya llevan cuatro años soportando las agresiones del padre de un paciente
"Se ha implantado la ley del terror y no venimos a jugarnos el pellejo.
La situación se ha desbordado y hay compañeros que quieren pedir el
traslado a otras unidades». Éstas no son las declaraciones de unos
empleados que deben acudir a diario a un barrio marginal, ni de unos
comerciantes asolados por una oleada de robos, quienes pronuncian estas
palabras son enfermeros de Pediatría del hospital Materno Infantil de
Málaga que desde hace cuatro años sufren «insultos, agresiones y
amenazas» por parte del padre un niño enfermo crónico que está
hospitalizado y que su único medio para lograr las cosas es la
violencia.
«Cada día, antes de venir a trabajar, nos preguntamos qué le va a hacer
estallar esta ocasión», comenta uno de los profesionales sanitarios
afectados, que explica que «hay compañeros que no aguantan más la
situación y que les está afectando a su salud».
El representante del Sindicato de Enfermería (Satse), Alfonso Calvo,
culpa del deterioro de este problema a la dirección del centro, a la que
le han comunicado en reiteradas veces lo que estaba sucediendo y que
«ha querido llevar el asunto con un cuidado mal entendido». Calvo
reprocha a los responsables del hospital que no hayan salido en defensa
de sus profesionales y haya interpuesto una denuncia para lograr una
orden de alejamiento de este hombre, que «llega a exigir por la fuerza
la estancia permanente de un enfermero en la habitación de su hijo y
obligando a descuidar la atención a otros pequeños».
«Cuando no se hace lo que él quiere comienzan las amenazas del tipo “yo
te conozco” o “no sabes de lo que soy capaz”, y después puede llegar a
la agresión», comentan las fuentes consultadas, que especificaron que
hace dos semanas golpeó a un enfermero que no quiso denunciar por miedo.
«Los profesionales están solos»
No fue el caso de otro profesional que también fue atacado por este
individuo y que decidió poner el caso en manos de la justicia. El hombre
fue condenado a un año de prisión, pero como no tiene antecedentes, «la
cosa se quedó ahí». «La dirección del centro ha implantado la
condescendencia y denunciar públicamente esta situación que se viene
produciendo desde hace cuatro años ha sido la última solución”, explica
el responsable sindical, que añade que «la falta de civismo» de esta
persona es «un caldo de cultivo» para familiares de otros pacientes.
La agresividad del padre llevó al hospital a poner un vigilante las 24
horas en la planta en la que estaba ingresado el niño, pero se eliminó
cuando fue trasladado. «Ahora dicen que vendrán más veces por la sexta
planta de Pediatría, donde se han registrado los últimos incidentes»,
apuntan fuentes sanitarias.
El representante de Satse critica que «los profesionales están solos,
sin respaldo por parte de los mandos del hospital, que lo perciben todo
desde la seguridad de sus despachos y detrás de una mesa; mientras, a
pie de cama, está el personal sanitario totalmente desbordado, con
terror al día a día». El sindicato está confeccionando una denuncia ante
la Inspección de Trabajo y convocará en asamblea a los trabajadores en
caso de que no se tomen medidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario