España se sumó el jueves a los países europeos que han
detenido la venta de las vacunas contra la gripe del grupo suizo
Novartis, después de que se encontrasen pequeñas partículas en algunas
de las inyecciones.
La decisión sigue a la tomada por Italia, donde la venta y el consumo de las vacunas antigripales fabricadas por Novartis se prohibió el miércoles a la espera de las pruebas de posibles efectos secundarios, después de que se descubrieran unas partículas flotando en algunas de las vacunas.
"Alguno de los lotes afectados ya se ha comercializado en España y otros países europeos, sin que se haya detectado un incremento de reacciones adversas", indicó el organismo.
"No obstante, y como medida de precaución y hasta que se disponga de un informe completo y detallado del origen y alcance del problema, se ha decidido inmovilizar todos los ejemplares de ambas vacunas".
Suiza también ha tomado medidas de precaución, mientras que la agencia alemana de vacunación dijo el jueves que algunas de las vacunas de Novartis no deben utilizarse y que la farmacéutica suiza ha aceptado retirarlas.
El consejero delegado de Novartis, Joseph Jimenez, dijo el jueves tener plena confianza en que las vacunas son seguras y añadió que no espera que otros países tomen medidas al respecto.
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