Siete de cada diez niños no desayunan correctamente, ya que no incluyen en su primera comida del día productos básicos como lácteos, cereales o fruta. Además, un doce por ciento de ellos comete el grave error de no desayunar nada, según el estudio Dime cómo comes de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria que ha querido evaluar la dieta de los pequeños y especialmente, la que reciben en los comedores escolares.
El estudio se elaboró con el objetivo de conocer los hábitos, preferencias y carencias alimentarias de la población escolar, aunque se llevó a cabo con una pequeña muestra de 322 niños de toda España, con edades entre tres y 16 años, de 212 familias.
Las chicas desayunan mejor y son quienes toman un desayuno más completo, sobre todo en la franja de 12 a 16 años, mientras que los desayunos más deficientes se dan entre los niños de siete a 16 años. La leche con cacao es el producto preferido y está presente en nueve de cada diez desayunos. Mientras que el 36 por ciento de los niños toman galletas y el 35 por ciento, cereales.
Éxito del bocata a media mañana: la encuesta también ha revelado que casi la mitad de los encuestados consume algún alimento complementario a media mañana, "sobre todo un bocadillo de embutido, bollería y galletas", detalla el director de la encuesta, el doctor Javier Aranceta.
En cuanto a la comida de los comedores, siete de cada diez niños consideran suficientes los alimentos que les ofrecen, pero sólo la mitad acaba completamente las raciones, uno de cada cuatro afirma que sólo se come la mitad y uno de cada diez sólo come una cuarta parte de la comida.
En cuanto a las meriendas, los bocadillos vuelven a ser la estrella al formar parte de un 60 por ciento de las meriendas de la tarde, mientras que uno de cada cinco toma pan con chocolate y también uno de cada cinco toma yogur. Pero de nuevo, un veinte por ciento de los encuestados confiesa que no toma merienda.
En cuanto a las preferencias de los más pequeños, la pasta y el arroz son sus alimentos preferidos, mientras que las verduras, el pescado y las legumbres son los alimentos que más rechazan.
"Hay una falta de confluencia entre la cocina institucional (la de los comedores) y la familiar que hace que la alimentación de los niños se esté alejando del modelo mediterráneo", lamenta el doctor Aranceta. También defendió que ambos estamentos luchen más para ofrecer una alimentación "equilibrada" y fomentar hábitos alimentarios saludables desde la infancia, poniendo en marcha "iniciativas destinadas a la educación nutricional".
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