algo no huele bien en todo el asunto..
Capio intenta hacerse con las mamografías públicas | Madrid | EL PAÍS
Ofrece “donar” un millón a la Asociación contra el Cáncer para que le ceda este servicio regional
La junta local de la ONG dimite por “falta de transparencia”
Elena G. Sevillano Madrid 17 DIC 2012 - 22:14 CET
La detección precoz del cáncer de mama es uno de los programas
sanitarios más conocidos. Mujeres de 50 a 69 años acuden cada 24 meses a
hacerse mamografías. Muchas de ellas lo hacen en unidades móviles de la
Asociación Española contra el Cáncer (Aecc), que cada año cita a
200.000 y atiende a unas 100.000. Este servicio, que el Gobierno
regional (PP) saca a concurso periódicamente, ha provocado ahora una
tormenta en la adjudicataria, la Aecc.
El Consejo de la
Junta de esta ONG en Madrid ha dimitido en bloque por “la absoluta falta
de transparencia en la firma del contrato con la entidad privada
Capio”. Esta empresa, que controla prácticamente todos los
hospitales públicos de gestión privada de la región (Fundación Jiménez
Díaz, Infanta Elena de Valdemoro, Rey Juan Carlos de Móstoles y Collado
Villalba), ha hecho una oferta para que la Aecc le ceda el contrato
público, que incluye una “donación / subvención por importe de
1.000.000” de euros, según un documento del 6 de noviembre, al que ha tenido acceso EL PAÍS.
El 2 de julio, la Aecc y la Consejería de Sanidad firmaron un contrato
de “gestión de servicio público” para realizar “mamografías de cribado
en instalaciones móviles”. El precio, exento de IVA, es de 11,4 millones
por cuatro años para realizar las exploraciones derivadas desde la
Oficina Regional de Coordinación Oncológica. La Aecc ganó un concurso
público que, entre sus cláusulas, incluía “la sustitución gradual de los
equipos analógicos” por otros digitales antes del 31 de diciembre.
La compañía lleva la gestión privada de varios hospitales públicos de la región
La Aecc no podía permitirse comprar nuevos mamógrafos, así que encargó a
la consultora GBS Finanzas que buscara “un socio tecnológico”, dicen
desde la ONG. Hubo más de una oferta, pero la que se presentó al Consejo
ejecutivo el 20 de noviembre fue la de Capio, que ofrecía “realizar la
inversión de los siete mamógrafos digitales a instalar en las unidades
móviles previa cesión de estas últimas por parte de la Aecc”, según la
carta del 6 de noviembre. “Hasta el momento que se produzca la cesión
del contrato, Capio llevará las actividades accesorias que no requieren
aprobación por parte del Sermas [Servicio Madrileño de Salud]”, añade,
en alusión a las tareas de citación y gestión administrativa.
El tercer punto del acuerdo es el más llamativo: “Durante 2013, Capio
entregará una donación / subvención a la Aecc por importe de 1.000.000
euros”. En el cuarto, especifica que “hasta que se produzca la cesión
del contrato se buscará un sistema de remuneración a favor de Capio
equivalente al que habría tenido si se hubiera cedido el contrato”. El
quinto habla del personal: “Finalizado el contrato, Capio tendrá que
haber asumido el personal adscrito al programa”. Y el sexto y último
deja claro el objetivo de la empresa: “La Aecc asume el compromiso de no presentarse al siguiente concurso público”.
La propuesta inicial de Capio es del 17 de septiembre. A principios de
noviembre, la empresa se reúne con la Aecc en las oficinas de la
asociación; la oferta se pone por escrito el 6 de noviembre. “Espero que
la presente carta se adapte a las expectativas que se despertó en la
mencionada reunión”, se despiden los firmantes.
La Junta de Madrid de la Aecc encargó un informe jurídico que concluye
que la propuesta “plantea serias dudas de legalidad”. “No hay causa
jurídica para el pago de una donación / subvención de un millón de euros
por permitir que la entidad realice unos servicios que, de acuerdo con
la ley y con el contrato, no puede ceder”, señala. Y recalca el
“altísimo riesgo de daño reputacional para la Aecc” de conocerse el
acuerdo, que tilda de “cesión encubierta”. La presidenta de Aecc Madrid,
Silvia Meléndez, llevó ese informe a la reunión del 20 de noviembre,
pero la dirección nacional no le permitió leerlo, según recoge el
borrador del acta.
Exigía a la Aecc que renunciara a optar de nuevo por ese contrato público
El 5 de diciembre, la Aecc destituye a Meléndez y se lo notifica por
correo electrónico. Ese día, los 11 miembros del Consejo madrileño
dimiten en bloque.
El director general de la Aecc, Ricardo Carramiñana, afirma que ya se ha
firmado el contrato con Capio, pero señala que difiere sustancialmente
de la oferta inicial. Capio comprará los mamógrafos digitales y los
arrendará a la Aecc, a la vez que se encarga de la citación de
pacientes, que es “una prestación accesoria”, explicó. “Las mamografías
las seguimos haciendo nosotros”, dijo el viernes. “Lo único que hemos
buscado ha sido tener la mejor tecnología para las mujeres. El proceso
ha sido transparente”, añadió. Dijo desconocer qué cantidad se pagará a
Capio.
Fuentes de Capio afirmaron que los mamógrafos cuestan dos millones de
euros, pero no precisaron cuánto van a percibir por el servicio de
citación. Sobre la “donación” de un millón de euros, señalaron: “La
haremos o no en el futuro, ya veremos. La Aecc tiene un fin social muy
loable y nosotros también investigamos sobre cáncer. Finalmente, eso se
ha desvinculado” del acuerdo. “Hemos abordado lo que hemos podido
abordar”, añadieron sobre la cesión del contrato. Carramiñana afirma que
la Aecc presentó la propuesta de Capio en el Consejo ejecutivo como una
“base inicial” para ser estudiada y “no como un documento definitivo”.
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