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¿En qué afecta a los médicos la gestión privada de la sanidad?

El que mejor trabaja gana más pasta en la privada. Lo que pasa que en la privada "trabajar mejor" significa hacer ganar más pasta a la empresa, por encima de la salud de los pacientes.

El Imparcial: Noticias: ¿En qué afecta a los médicos la gestión privada de la sanidad?

Los médicos especialistas de Madrid han decidido poner fin a unas huelgas que, según algunos cálculos, eleva a más de 40.000 las consultas anuladas. Esto no supone una rendición porque ya han advertido de que no pararán “ni para coger impulso” en defensa de sus reivindicaciones. Pero, ¿por qué, cómo afecta realmente al médico, al profesional sanitario, depender de un modelo público o privado de gestión?

Un mes después, la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) ha puesto fin a la huelga indefinida que mantenía contra la privatización de la gestión sanitaria de seis hospitales y 27 centros de salud públicos. Unos lo celebran, e incluso pueden pensar que se han apuntado un tanto, pero los profesionales de la sanidad advierten de que están dispuestos a acudir a los tribunales en defensa de sus reivindicaciones.

Los médicos no se rinden, han anunciado una nueva estrategia de movilizaciones con más huelgas en enero y han creado grupos de trabajo para “denunciar la amenaza” que supone, en su opinión, la externalización sobre la calidad del sistema sanitario madrileño. Pero, ¿por qué, cómo afecta realmente al médico, al profesional sanitario, depender de un modelo público o privado de gestión?

Sobre lo que realmente puede inquietar o no al profesional sanitario el cambio de un modelo de gestión público a otro privado, el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Francisco Miralles, ha afirmado a EL IMPARCIAL que lo tiene claro: “Lo que afecta fundamentalmente a los profesionales es la relación laboral con la administración o con la empresa adjudicataria, pues pasaría de ser una relación estatutaria (con estatuto propio, aprobado por ley con normas en todo el estado español) a laborales contratados sin la garantía de la selección mediante pruebas de igualdad, mérito y capacidad”.

"Amiguismo"

Añade que “en este caso, la contratación podría ser de “amiguitos” o a quien se quiera, pues no estaría sujeta al mandato constitucional de cualquier empleado público. La relación laboral estaría sujeta a normativas diferentes a los estatutos de los trabajadores”.

Por el contrario, el director de Operaciones de Capio, Juan Carlos González Acebes, ha explicado que el grado de satisfacción del personal sanitario en sus centros es elevado y destaca que “el cambio en la condición laboral del facultativo, de personal estatutario a una relación laboral, no tiene ninguna incidencia en el trato y la atención al paciente”. Añade que Capio estimula la productividad del personal que trabaja en sus centros por medio de una remuneración ligada al esfuerzo y cumplimiento de objetivos.

En este sentido, González Acebes ha valorado que los profesionales que trabajan en sus centros privados “se sienten reconocidos y tienen total libertad para ejercer su profesión de acuerdo a sus principios rectores” y concluye: “El 95% de los sanitarios de nuestros centros han trabajado previamente en centros de gestión pública y mantienen los mismos estándares de calidad e independencia”.

No se cumplen los requisitos: menos personal

No se muerde la lengua el presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid y portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, que ha insistido en que el profesional sanitario se va a ver perjudicado con un modelo de gestión privada, ya que, por lo general, el personal se ve reducido en casi la mitad en los centros de gestión privada.

Preguntado sobre si no están obligados a cumplir unos requisitos mínimos de personal tanto en un centro público como en uno privado, Sánchez Bayle se lamenta: “En principio debería ser así, pero en la práctica la verdad es que esos requisitos no suelen cumplirse. Lo que se conoce hasta ahora es que la parte no sanitaria de estos hospitales, los que ahora se quieren privatizar del todo, es que los requisitos técnicos de personal, celador o administrativo se incumplen de manera bastante sistemática y están por debajo de lo acordado”.

“Y esto —concluye— es el siguiente asunto, si la administración tiene que estar encima del empresario privado para controlar cómo funciona, eso también tiene un coste. El dinero para un sistema de inspectores tiene salir de algún sitio y eso también encarece el sistema”.

“El que mejor trabaja, gana más dinero”

Por su parte, el director gerente del Hospital Universitario de Torrejón, Ignacio Martínez Jover, recuerda que el objetivo cuando se gestiona de forma privada un hospital público es fidelizar a los pacientes de su población protegida y ser atractivos para todos los madrileños que deseen acudir a su centro, algo que, destaca, “no se consigue limitando los medios materiales o profesionales, sino todo lo contrario”.

Por ese motivo, hace especial hincapié en que “los profesionales que trabajan en el Hospital Universitario de Torrejón se benefician de una filosofía asistencial en la que se premia a aquel profesional que mejor atención presta a los pacientes”. Martínez Jover es muy claro en su conclusión: “El que más y mejor trabaja, gana más dinero”.

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