El doctor José Enrique Campillo aseguró que existe una incompatibilidad entre el diseño del organismo y el uso que se le da, durante el transcurso de una intervención titulada "Las raíces paleolíticas de las enfermedades de la opulencia" hoy en el VIII Congreso Nacional de Paleopatología que se está celebrando en Cáceres.
Según informó la organización del acto, Campillo destacó lo que se ha venido a llamar "Medicina Darwiniana o Medicina Evolucionista", una medicina que considera que numerosas enfermedades y alteraciones físicas psicológicas o sociales "están relacionadas con una incompatibilidad entre el estilo de vida del que los seres humanos disfrutamos en la actualidad y las condiciones bajo las que los humanos evolucionamos en los diez últimos millones de años".
En este sentido, la Medicina Darwiniana -añadió el doctor- se pregunta "¿cómo es posible que el diseño del cuerpo humano, que debía de haber sido perfeccionado a lo largo de millones de años, sea tan vulnerable al cáncer, la arteriosclerosis, la depresión, los problemas de columna, la diabetes o la hipertensión?".
El doctor calculó que en el año 2020 la diabetes afectará a más de 300 millones de personas. Según dijo, gran parte de las personas mayores de 40 años, que habitan los países desarrollados, padece algunas de las llamadas enfermedades de la civilización: obesidad, diabetes, hipertensión, arteriosclerosis, y añadió que "esta plaga también está afectando a los habitantes de países que están accediendo al bienestar y recientemente se ceba en los niños y los jóvenes".
Asimismo, se refirió a la paradoja que, a su juicio, se establece al considerar que "enfermamos porque comemos alimentos abundantes y bien condimentados y porque pasamos muchas horas confortablemente sentados mirando la televisión", frente al hecho de que "alguien enferme porque no se alimente bien, porque viva en condiciones insalubres o porque trabaje en condiciones penosas de sol a sol" algo que, según Campillo "puede entender cualquiera".
En su intervención, afirmó que "somos lo que comieron nuestros antepasados". Sin embargo, advirtió de que las circunstancias ambientales y nutricionales de la vida en los países desarrollados obligan a un uso inadecuado de nuestro diseño evolutivo; y cuando hacemos un uso inadecuado de este diseño evolutivo del cuerpo humano -continúa- el resultado es un funcionamiento incorrecto; es decir la enfermedad".
Frente a esto, Campillo recordó lo que los médicos y nutricionistas recomiendan continuamente para la prevención de estas enfermedades: no comer demasiado, alimentarse de forma san a y practicar ejercicio físico. No obstante, reconoció que el público en general "es poco sensible a estas recomendaciones, en parte -concluyó- porque no se fía de las bondades de tales medidas".
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